La capital del Estado Lara ha sabido organizarse para verse bonita ante los ojos del visitante y que él sienta agradado de recorrerla. Hay muchas razones por las cuales una visita a Barquisimeto se quedaría grabada en el recuerdo como una de las más gratas experiencias, aquí les dejo tan solo ocho de ellas.
La Divina Pastora: Se trata de la patrona de los larenses, pero además de eso es la advocación de la Virgen que tal vez ha cobrado mayor fuerza en Venezuela. Su procesión convoca a millones de personas cada año y visitarla en su hogar en el pequeño pueblo de Santa Rosa es casi que un deber para el turista. En este lugar no sólo se encuentra su santuario y su museo, sino que además hay restaurantes, dulcerías y hasta bares para atraer al visitante por algo más que el aspecto religioso.
Si esto no fuera suficiente, desde hace unos tres de años se inauguró un inmenso monumento en su honor, la imagen más alta de su tipo en el mundo se aprecia desde la entrada este de Barquisimeto y se une al circuito de espacios que permiten en esta tierra estar en contacto con la Madre de Dios.
La Ciudad Decorada: Desde el monumento del Obelisco al oeste de Barquisimeto inaugurado en la década del cincuenta, hasta La Flor de Venezuela ubicada recientemente hacia el este de la urbe, esta comunidad ha sido embellecida con el pasar de los años por estructuras que se han convertido en emblemas. Una Catedral en forma de flor invertida, un centro comercial con aspecto de instrumento musical y hasta un pequeño museo vial forman parte de los símbolos que la hacen más agradable a la vista.
Los Parques: En el Parque Zoológico Bararida es una institución que forma parte de la historia contemporánea de la capital larense. Con 50 años de vida en la comunidad, alberga un poco más de 8 mil animales provenientes de diversas partes del mundo y por supuesto de varios rincones de Venezuela. Pero además de él ahora existen unos cuantos lugares que muestran parte de la tradición de este suelo central, hacen recorridos por la historia y hasta ofrecen playas artificiales.
El chivo: Este es uno los ingredientes que mejor representa la gastronomía larense por lo que se puede saborear en varios locales y de diferentes formas. Se encuentran desde las versiones caseras en comedores populares hasta las presentaciones gourmet que ahora se pueden degustar en sofisticados restaurantes de la ciudad.
El talento musical: Y esto va desde observar y bailar un tamunangue que es el ritmo típico del Estado, hasta disfrutar de una noche de rock en los locales nocturnos de Barquisimeto.
Los hoteles: Porque la oferta en esta materia creció considerablemente aquí en los últimos años, y ahora existen estos centros de alojamiento en varias modalidades, grandes, pequeños, para ejecutivos, familias, con acceso a los centros comerciales y para los amantes del arte, pues aquí se construyó único hotel galería de Venezuela donde cada habitación fue intervenida por un artista local y no están catalogadas por número sino por el nombre del pintor.
La coquetería con sello larense: Este es el suelo de la creatividad, del ingenio y de las manos que dan forma a todo. Desde el barro hasta el metal es transformado en Lara y casi siempre el resultado son obras de arte. Pero el talento creativo no se limita solo a la artesanía, pues en la actualidad una serie de diseñadores barquisimetanos han salido a la palestra nacional plasmando su creatividad en zapatos, ropa y accesorios. Un buen lugar para encontrar parte de ellos es transitando la Urbanización Nueva Segovia, pequeñas tiendas de diseño se han instalado en un improvisado corredor comercial que recorre esta zona.
Los crepúsculos: En casi cualquier punto de esta localidad se pueden apreciar sus atardeceres, pinceladas color naranja y morado que rayan el cielo guaro. Ese es uno de los espectáculos más bonitos que puede apreciar la vista y el cierre con broche de oro para una visita a esta ciudad.
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Fuente: El Universal
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