Todo venezolano sabe que nuestra patrona religiosa, es sin lugar a dudas nuestra Virgen de Nuestra Señora de Coromoto. Es venerada en todo el país, pero especialmente en la ciudad de Guanare, donde apareció hace más 365 años.
Pero más allá de eso ¿Conocemos su historia?
Sus inicios vienen de la fundación de la ciudad de Guanare, hace 1591, donde los indígenas que habitaban la región era los «Cospes«, quienes por la conquista huyeron a la selva, al norte de su ciudad. Esto trajo complicaciones para la evangelización de la iglesia católica, ya que el contacto con ellos era muy escaso.
Se cuenta que un día de 1652, el cacique Coromoto y su mujer, estaban atravesando una corriente de agua y vieron a una señora de extraordinaria belleza, que les dijo en su idioma nativo «Vayan casa de los blancos y pídanle que les eche el agua en la cabeza para poder ir al cielo». No se refería a otra cosa la madre celestial, si no al bautismo. Casualmente en ese momento un español llamado Juan Sánchez, pasó por ahí y el Cacique Coromoto le relató lo sucedido.
Juan Sánchez entonces le pidió que se alistara con toda su tribu, ya que él pasaría dentro de ocho días a fin de enseñarles todo lo necesario para echarles el agua. En efecto, cuando regresó los indígenas marcharon con él a un ángulo formado entre los ríos Guanaguanare y Tucupido, donde les repartieron tierras y fue entonces que iniciaron la catequización, a fin de prepararlos para el bautizo.
Varios de los indios recibieron el bautismo, pero el Cacique Coromoto no lo hizo, ya que extrañaba su selva y sus costumbres, donde él era quien imponía las reglas y no tenía que obedecer a nadie. Esto lo hizo entonces preparar su huída. Fue entonces el sábado 8 de septiembre de 1652, cuando la virgen vuelve a aparecer en el bohío, en presencia de Coromoto, su mujer, su cuñada Isabel y un sobrino de esta.
El cacique sorprendido, coge la flecha y apunta para matarla. Como la virgen María se le acercó, Coromoto tira la flecha e intenta empujarla, pero ella desaparece, dejándole en la mano un pequeño pergamino con su imagen.
El niño corrió a avisarle a Juan Sánchez, quien con dos de sus compañeros fueron al sitio de la aparición y recogieron la preciosa reliquia. Dieron parte a las autoridades civiles y eclesiásticas, quienes a pesar de no creerlo resolvieron llevar el pergamino a la Iglesia de Guanare en 1654, donde permaneció en un relicario hasta 1987, cuando fue incrustada en el pedestal de la imagen de madera que está hoy en día en el templo «Santuario Nacional Nuestra Señora de Coromoto«, que está construido en el lugar de la 2da aparición
El cacique Coromoto huyó a la selva, y al ver que la santísima Virgen no había logrado nada con el, permitió que lo mordiera una serpiente venenosa. Entonces volvió su corazón a Dios y comenzó a pedir el Bautismo, el cual le fue administrado por un Barinés que pasaba por ahí. Al bautizarse se convirtió en apóstol y pidió a los indios que no se separaran del misionero y que se bautizaran. Como consecuencia de esto, los indios Cospes formaron una comunidad de fieles muy fervorosa.
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