Venezuela es un país muy religioso donde sus tradiciones están claramente influenciadas por la iglesia católica, pero hay otras tradiciones que ya tienen relevancia dentro la tradición criolla como es el caso de la Festividad del Día de los Espíritus de la Montaña Sorte en Yaracuy.
Un Viaje a la Naturaleza y la Espiritualidad
Ubicada en una zona montañosa de variada vegetación y fauna autóctona que ocupa una extensión de 11.993 hectáreas, Sorte es quizás una de las áreas más emblemáticas de este monumento natural; este lugar es conocido por atraer devotos de todas partes, quienes acuden con el propósito de hacerle todo tipo de peticiones a María Lionza, las solicitudes pueden variar desde la cura de enfermedades, la solución de problemas de amor, hasta la obtención de riqueza o poder, los creyentes eligen un rincón en el bosque o un recodo en el río para construir un altar desde donde invocarla.
Creando un Altar para la Reina
El altar en cuestión se decora con fotografías, figuras estatuillas, vasos con ron o aguardiente, tabacos, cigarrillos en cruz, flores y frutos. Al frente de este altar debe estar la Reina María Lionza, quien en el mundo del espiritismo es la “monarca de cuarenta legiones, formadas por diez mil espíritus cada una”. Junto a ella, colocan a Guaicaipuro, el cacique que luchó valientemente contra los conquistadores españoles en el valle de Caracas y que preside la Corte Indígena, y al otro lado, al Negro Primero, el único negro con rango de oficial en el ejército de Bolívar, que preside la Corte Negra.
Orígenes del Culto a María Lionza
El culto a María Lionza se remonta al tiempo previo a la llegada de los españoles a territorio venezolano en el siglo XV, los indígenas que habitaban lo que hoy se conoce como el Estado Yaracuy veneraban a Yara, Diosa de la Naturaleza y del Amor, según algunos lingüistas, el vocablo Yaracauy significa “lugar de Yara”, dacuerdo con la descripción de los indígenas Yara era una mujer triste de grandes ojos verdes, pestañas largas y amplias caderas; Olía a orquídeas, su sonrisa era dulce y melancólica y su cabello, liso y largo hasta la cintura, lucía tres hermosas flores abiertas tras las orejas.
La Leyenda de Yara
Según la leyenda, Yara una hermosa princesa indígena fue raptada por una enorme serpiente dueña de las lagunas y de los ríos que se enamoró de ella; los espíritus de la montaña al enterarse de lo sucedido decidieron castigar a la culebra haciendo que se hinchara hasta reventar y morir. Tras esto, eligieron a Yara como dueña de las lagunas, ríos y cascadas, madre protectora de la naturaleza y reina del amor. El mito de Yara sobrevivió a la conquista española, aunque sufrió algunas modificaciones. Yara fue cubierta por la religión católica con el manto de la virgen cristiana y tomó el nombre de Nuestra Señora María de la Onza del Prado de Talavera de Nivar. Con el tiempo, sería conocida simplemente como María Lionza.
El Resurgimiento del Culto
En la década de 1950 se ordenó la construcción de una estatua de María Lionza montada en una danta (tapir) realizada por Alejandro Colina en 1951, ubicada en la autopista del este en Caracas, cerca de la entrada de la Universidad Central de Venezuela. Una versión de esta estatua se mantiene hasta nuestros días y en ella se realizan numerosas ofrendas florales.
Una Experiencia Cultural Única
La Festividad del Día de los Espíritus de la Montaña Sorte en Yaracuy es una celebración que combina la naturaleza, la espiritualidad y la tradición venezolana. Es un evento que permite a los turistas no solo conocer más sobre las creencias locales, sino también participar en una experiencia única y auténtica. Si tienes la oportunidad de visitar Venezuela, no dudes en sumergirte en esta fascinante tradición y descubrir el mágico mundo de María Lionza y sus devotos.