Un mito que nació en las alturas
En lo alto de los Andes venezolanos, donde el aire se vuelve delgado y las montañas rozan el cielo, vive una leyenda que ha atravesado generaciones: la historia de Caribay y las cinco águilas blancas. Esta narración, profundamente arraigada en el imaginario de Mérida, no solo explica de forma poética el origen de sus montañas nevadas, sino que también refleja la conexión ancestral entre el paisaje andino, el mundo indígena y la naturaleza sagrada.
Si alguna vez te has preguntado por qué Mérida es llamada “la ciudad de las Cinco Águilas Blancas”, esta es la historia que debes conocer.
El mito de las nieves eternas
Hace siglos, cuando los Mirripuyes poblaban los Andes, nació Caribay, hija del ardiente sol (Zuhé) y de la pálida luna (Chía). Espíritu libre de los bosques aromáticos, Caribay jugaba con el viento y cantaba con los pájaros. Su figura etérea representaba la armonía entre la humanidad y la tierra.
Un día, mientras observaba el cielo, vio volar a cinco enormes águilas blancas. Sus alas brillaban como plata bajo el sol y proyectaban sombras danzantes sobre los cerros. Fascinada por su esplendor, Caribay emprendió una persecución incansable a través de valles y riscos. Quería adornar su coraza con aquellas plumas inigualables.
Tras alcanzar las cimas más altas, las águilas descendieron lentamente y se posaron sobre cinco riscos. Allí quedaron inmóviles, con las alas extendidas y las cabezas orientadas al norte. Caribay se acercó con cuidado… pero al intentar tomar sus plumas, sintió un frío glacial. Las águilas ya no eran aves: se habían convertido en cinco montañas de hielo.
Asustada, gritó. Y como si la tierra respondiera a su dolor, la luna se ocultó, los vientos se desataron y las águilas despertaron con un estruendo de nieve. Desde entonces, según la leyenda, cada vez que estas águilas se sacuden, las nevadas caen con fuerza sobre la Sierra Nevada de Mérida. Y cuando el viento silba, no es otra cosa que el lamento de Caribay recorriendo los páramos.
¿Qué representan las cinco águilas?
La belleza del cuento radica en su simbolismo natural. Las águilas no son simples animales: representan los cinco picos nevados más altos de la Sierra Nevada. Hoy sabemos, gracias a investigaciones geohistóricas, que esos cinco riscos originales visibles desde la ciudad de Mérida eran:
- El León
- El Toro
- La Columna (actual Pico Bolívar)
- La Concha
- La Corona (posiblemente la actual “La Garza”)
Estos cinco gigantes formaban parte del paisaje cotidiano de Tulio Febres Cordero, autor de la leyenda publicada en 1895. Desde su casa en el sector La Hechicera, el escritor contemplaba la cordillera y convirtió su visión en prosa poética, dotando a los glaciares de identidad mítica.
Una leyenda viva en el turismo andino
Hoy, la historia de Caribay no es solo parte del folclore. También es inspiración para el turismo cultural y ecológico que florece en Mérida. La ciudad y sus alrededores ofrecen rutas temáticas que integran la leyenda con caminatas por los picos nevados, visitas a comunidades indígenas, talleres de leyendas y observación astronómica.
Algunas experiencias recomendadas:
- Senderismo por la ruta de los cinco picos.
- Excursiones interpretativas con guías sobre la leyenda y el retroceso glaciar.
- Rutas etnobotánicas y encuentros con saberes locales en pueblos como Los Nevados o Mucuchíes.
- Noches de cuentos andinos en posadas rurales.
Operadores turísticos como, Senderos Merida, Mukutravel (@muku_venezuela )y Natoura Agencia de Viajes (@viajesnatoura) ofrecen circuitos especializados, con personal capacitado en historia regional, mitología y ecoturismo.
¿Cuál es la mejor época para visitar Mérida?
Aunque Mérida es atractiva todo el año, los meses ideales para disfrutar de sus paisajes despejados y nevadas esporádicas son diciembre a marzo. Durante esta temporada seca:
- Hay más visibilidad para apreciar los picos.
- El clima es fresco, pero menos lluvioso.
- Coincide con festividades locales llenas de color, música y tradiciones.
Gastronomía andina: sabores que narran historias
Ningún viaje a Mérida está completo sin saborear su gastronomía tradicional. Entre cuentos de águilas y diosas, también se cuentan los sabores de los Andes:
- Arepas andinas hechas de trigo, suaves y ahumadas.
- Mazamorra de trigo y papelón, dulce tradicional de origen campesino.
- Trucha a la plancha, fresca de los ríos andinos.
- Pisca andina, sopa caliente ideal para el clima frío.
- Pastelitos andinos
- Queso ahumado y fresas con crema, dos íconos locales.
- Dulce leche
- Abrillantados
Muchos restaurantes y posadas rurales como Los Aleros, Heladería Coromoto o El Rincón del Abuelo fusionan comida y leyenda en sus menús y decoraciones.

Un mito que sigue respirando
En un mundo que cambia, donde incluso las nieves eternas desaparecen, la leyenda de las cinco águilas blancas sigue viva, recordándonos que los mitos no solo explican el origen de las cosas, sino que también nos conectan con lo esencial: el asombro, la belleza y el deseo de pertenecer a algo más grande. Así que si visitas Mérida, levanta la vista. Tal vez no veas los glaciares de antaño, pero sentirás, en el silbido del viento, el eco del canto de Caribay y la promesa de que las águilas, aunque dormidas, siguen allí.
¿Te apasionan las leyendas venezolanas?
Entonces no dejes pasar esta oportunidad: comparte esta historia, planea tu próxima ruta por Mérida y descubre en vivo el mito que convierte paisajes en poesía.