Entre páramos y altas cumbres se dejan admirar estas enormes masas de agua, que se formaron por el derretimiento de los glaciares que hace miles de años cubrieron las cimas más altas de Venezuela. Las lagunas merideñas son un atractivo indiscutible de esta región, y siempre serán capaces de maravillar a los amantes de la naturaleza. Aunque son muchas, haremos una pequeña síntesis de la enorme lista.
Laguna de Mucubají
Probablemente sea la más popular y visitada, debido a su estratégica ubicación cerca de la vía, por eso se ha convertido en una parada obligada para todos los turistas que ingresan al estado Mérida desde Barinas, atravesando la carretera que se abre camino por el magistral páramo. La imponente Sierra de Santo Domingo cobija a la laguna de Mucubají, amplia y serena, siempre lista para dejarse admirar y capturar momentos de un inolvidable viaje. Los frailejones y pinos que la rodean hacen más llamativa la vista, que parece sacada de una postal. Muy cerca de la laguna abundan los puestos de comida y artesanía local, también hay una oficina de guardaparques para el registro de excursionistas que deseen visitar otras lagunas cercanas, acampar en el páramo y ascender a los picos Mifés y Mucuñuque.
Laguna Verde
Esta mágica laguna, solo apta para amantes de la aventura, es la segunda de origen glaciar más grande del país, se ubica a los pies del pico Humboldt, el segundo más alto de Venezuela. Su tamaño impresiona, porque es enorme, y su espectacular color verde sorprende gratamente, bajo el contraste de la blancura que viste el glaciar La Corona que se observa claramente desde la orilla de la laguna. Para llegar hasta este épico paisaje hay que emprender una excursión por el Parque Nacional Sierra Nevada, en la ruta que se sigue para ascender a la cumbre del Humboldt, literalmente hay que treparse por gigantescas rocas, pero el esfuerzo valdrá la pena al poder observar de cerca esta imponente formación de la naturaleza.
Lagunas de Mifafí
También conocidas como “Las verdes”, son un conjunto de tres lagunas que se ubican muy cerca del Valle de Mifafí, en el Parque Nacional Sierra de La Culata. Su característico color verde destaca ante la claridad de las montañas arenosas de esta zona, que parecen paisajes de otro planeta, el silencio y la calma son ideales para descansar y disfrutar del páramo. Para llegar a estas lagunas hay que realizar una caminata desde la entrada de Mifafí, ubicada en la vía Apartaderos-Collado del Cóndor. En el lugar también hay un registro de visitantes y varias opciones para degustar la gastronomía típica merideña. Luego corresponde atravesar el Valle de Mifafí, que es asombroso a cada paso, por las enormes montañas que lo cubren.
Laguna Los Truenos
Es el ejemplo perfecto de las lagunas anónimas y clandestinas. A este punto se llega tomando un desvío de la ruta llamada Camino Real de Carrizal, que une a Mérida con Barinas. Este sendero, que inicia cerca de Gavidia, es muy bonito, rodeado de muchos árboles llamado comúnmente Coloradito, que se caracteriza por su corteza roja y sus hojas pequeñas. La laguna reposa escondida entre las montañas, la vista desde el lugar es magistral y el agua luce colores muy vivos con el reflejo del sol.
Para visitar estos espacios naturales es muy importante mantener un comportamiento amigable con el ambiente y cumplir las normas de Inparques. No realizar fogatas, respetar los senderos establecidos y retirar toda la basura que genere su paseo.
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Fuente: El Universal
