Cada 22 de agosto el mundo conmemora el Día Mundial del Folklore, una fecha instaurada por la UNESCO en 1960 para rendir homenaje a las expresiones culturales que definen la identidad de los pueblos.
En Venezuela, esta celebración adquiere un valor especial: el Folklore Venezolano es música, danza y tradición, un legado cultural que une raíces indígenas, africanas y europeas, y que sigue vivo en cada fiesta, comida y leyenda.
¿Qué es el Folklore Venezolano?
El folklore venezolano es el conjunto de manifestaciones culturales transmitidas de generación en generación —música, bailes, fiestas, creencias, artesanía y gastronomía— que representan la diversidad del país.
- Indígenas: aportaron ritmos, mitos, cultivos como maíz y yuca, técnicas como el casabe y el uso del pilón.
- Africanos: introdujeron el ñame y el uso intensivo del plátano en preparaciones como mandocas, tostones y tajadas, además de nuevas formas de danza y percusión.
- Europeos: influyeron en danzas, celebraciones religiosas y también en la gastronomía. Introdujeron el trigo, el arroz, especias y la técnica de la fritura, que transformó la cocina local. Platos como la hallaca o el pabellón criollo son resultado de esa fusión.
- Inmigrantes modernos: italianos, portugueses y árabes trajeron nuevas recetas, panes, embutidos y pastas que hoy conviven con lo tradicional.
El folklore venezolano es, en esencia, un sistema cultural vivo, que da identidad a millones de personas dentro y fuera del país.
Música y danzas del Folklore Venezolano
El joropo es el género emblemático, acompañado por arpa, cuatro y maracas. En el Zulia, la gaita alegra la Navidad; en Guayana resuena el calipso, herencia de las Antillas; y en la costa los tambores marcan la devoción popular.
A estas expresiones se suman danzas regionales únicas:
- Tamunangue (Lara): fiesta en honor a San Antonio de Padua, con siete sones que mezclan música, danza y fe.
- El Carite (Nueva Esparta): danza teatral que representa la pesca de este pez en Margarita.
- El Pájaro Guarandol (Oriente y Guayana): historia escenificada de un ave perseguida y resucitada por un brujo.
- Las Turas (Noroccidente): ritual indígena con flautas de caña y cachos de venado en honor a la naturaleza.
- Parrandas (centrales): grupos musicales recorren las calles cantando aguinaldos y villancicos en Navidad.
Estas expresiones, junto al Sebucán o la Burriquita, revelan la riqueza cultural y geográfica del país.

Artesanía, trajes y tradición oral
- Danzas y fiestas: los Diablos Danzantes de Yare, declarados Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, son uno de los símbolos más reconocidos.
- Artesanía y vestimenta: el liqui liqui como traje nacional, alpargatas y vestidos coloridos para las mujeres; además de cestería, tallas en madera y cerámica.
- Tradición oral: mitos y leyendas como María Lionza o El Silbón siguen presentes en la cultura popular.

Gastronomía y Folklore
La cocina venezolana refleja el mestizaje cultural:
- Indígenas: base de maíz, yuca y ají dulce.
- Africanas: aporte del ñame y la integración del plátano en la dieta cotidiana.
- Europeos: técnicas de fritura y productos como trigo, arroz, aceite de oliva y especias.
- Inmigrantes del siglo XX: influencia italiana, portuguesa y árabe en panes, pastas y dulces.
El resultado es una gastronomía diversa con platos emblemáticos como la hallaca, el pabellón criollo o el asado negro.

Hoy, la comida urbana / street food agrega nuevas expresiones:
- En Caracas, la arepa se reinventa con rellenos creativos, y las cachapas incluyen ingredientes innovadores.
- En Maracaibo, los desayunos callejeros ofrecen yoyos de plátano, empanadas, tequeños y mandocas.
- En muchas ciudades, las populares “calles del hambre” sirven comida tradicional al instante y a precios accesibles.
La gastronomía venezolana evoluciona, pero siempre mantiene un lazo con el folklore.
Folklore y turismo cultural
El Folklore Venezolano es un motor de turismo cultural. Rutas de música, danza y gastronomía ofrecen experiencias auténticas en festivales, ferias y celebraciones religiosas.
Ejemplos como los Diablos Danzantes de Yare, el Tamunangue o la Feria de la Chinita son eventos que atraen visitantes y fortalecen la economía local.
Preservación y futuro del Folklore Venezolano
El reto es transmitir estas tradiciones a las nuevas generaciones. Escuelas, agrupaciones culturales y comunidades cumplen un papel vital.
Muchas manifestaciones ya cuentan con reconocimiento como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, lo que refuerza su valor universal y su necesidad de preservación.
Conclusión
El Folklore Venezolano es un puente entre pasado y presente. Vive en la música, los bailes, los trajes, los mitos y los sabores.
Celebrar el Día Mundial del Folklore es reconocer la riqueza de estas manifestaciones y comprometerse a mantenerlas vivas.
En cada danza, tambor, arepa o leyenda late la identidad de Venezuela: una tradición que sigue brillando en el mundo.