Cada primero de diciembre en el Cerro Papelón de El Ávila, se enciende la cruz que anuncia la llegada de la navidad para todos los caraqueños, es una tradición que se mantiene desde hace 54 años.
A partir de las 6:00 de la tarde todos los habitantes de parroquias caraqueñas como San Bernardino, La Pastora, entre otras, suben al pulmón vegetal de la cuidad para festejar con gaitas y alegría el encendido del símbolo navideño.
El encendido de la luz perdura por todo el mes de diciembre y hasta el 6 de enero, desde las 6:00 pm y hasta las 12:00am. Solo el 24 y 31 está prendida las 24 horas. Esta cruz mide 37 metros de largo y 18 de ancho y cuenta con 144 bombillos ahorradores que son encendidos para dar inicio oficial a la época navideña.
UN POCO DE HISTORIA
La primera vez que se vio brillar una cruz en El Ávila fue el 1 de diciembre de 1963, en el hotel Humboldt. Esta iniciativa fue desarrollada por el ingeniero norteamericano Ottomar Pfersdorff, quien inspirado en el espíritu navideño decidió crear un ícono que representará a la Electricidad de Caracas (EDC) y el servicio que les prestaba a los caraqueños.
Logro hacerlo cerrando las cortinas de habitaciones que abarcaban un área de 30 cuartos, del primero al decimocuarto piso, y con la ayuda de los trabajadores mantuvieron las luces encendidas del Hotel Humboldt para producir la imagen de una cruz cristiana de 30 metros de alto.
El consumo de energía se calculaba en 384 KW/h. Inicialmente se requerían 146 bombillos de 100 vatios y seis reflectores de 1.000 vatios cada uno para activar la señal intermitente que se encontraba en el tope.
Debido al consumo tan alto de energía en esas primeras fechas, se instaló una cruz en el sector Los Mecedores en el año 1966. Dicha estructura contó con 120 lámparas fijas y cuatro luces de destello que le daban realce y vistosidad a cada época navideña caraqueña. Además, los ciudadanos podían observar el juego de luces en el monumental cerro El Ávila, hoy denominado Waraira Repano.
Luego de 16 años, en 1982 surgió una nueva cruz hecha con hierro galvanizado y adornada con 74 reflectores (contándose las dos luces de destello) que permanecían encendidas desde el primero de diciembre hasta el seis de enero de cada año, justamente la fecha que marca la celebración de Los Reyes Magos. La potencia del encendido alcanzaba los 11.100 vatios.
La más reciente remodelación efectuada en la estructura de esta torre fue en el 2009, pues debido a la crisis eléctrica que se presentó en el país, se cambiaron las luces incandescentes por bombillos ahorradores para disminuir el consumo de energía.
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