El Parque Nacional Morrocoy fue establecido por Decreto Ejecutivo, Nro. 113 de fecha 27 de mayo de 1974. En el mismo, se contemplaba la demolición y desmantelamiento de 750 palafitos que se encontraban construidos sobre el mar de la Bahía de Morrocoy y áreas aledañas, ya que éstas casas vacacionales afectaban de sobremanera, grandes extensiones de manglares, praderas de Thalassia, formaciones coralinas, avifauna marina, fauna ictícola, que constituyen valiosos ecosistemas de la más amplia y variada geografía.
Luego el 27 de mayo de 1975 fue promulgado el Decreto 944 que contemplaba la demolición de otras 1.500 construcciones hechas sobre cayos, islas y rellenos de manglar. Con estos decretos volvió a ser esas islas paradisíacas que alguna vez fascinaron al mundo.
Está situado en límites de la jurisdicción de los municipios Silva (Tucacas) y Monseñor Iturriza (Chichiriviche), es una de las regiones de mayor privilegio en el continente, ya que, todo su entorno natural, cielo, tierra, fauna y flora, presentan particularidades que lo hacen ideal para los visitantes que la consideran un paraíso terrenal.
En cuanto a su ambiente marino, es de singular belleza, caracterizado por tres elementos físicos dominantes: el sector continental, conformado por el Cerro de Chichiriviche; la franja costera, en la que destacan el conjunto de manglares, las lagunas y los bajíos de sal (bancos de arenas o terreno bajo) y el sector marino, donde se ubican un grupo de cayos o islotes con un magnífico potencial recreacional.
Un recorrido realizado por diversas islas y cayos como, Punta Brava, Paiclá, Playa Norte, Playuela, Cayo Sombrero, Cayo Sal, Cayo Muerto, Playa Mero, Playa Azul, Boca Seca, Cayo Muerto, Cayo Pelón, Cayo Borracho, Isla de Pájaros, pudo observarse que la constante, en el paisaje, son «avenidas» y «calles», bordeadas de verde vegetación, sobre un mar cristalino intensamente azul, donde a ratos se descubren peces de variados tamaños como Corocoras y Flamencos
Los manglares ofrecen un espectáculo, en cuyas raíces se anidan diversas especies de ostras, esponjas marinas, cangrejos, estrellas de mar y camarones, pero, al llegar a Isla de Pájaros y visitar el Reservorio de Avifauna Cuare, se evidencia un refugio natural impresionante, donde sobre el cielo intensamente azul y despejado, los vuelos rasantes de bandadas de corocoras rojas de encendidos colores, la majestuosidad del vuelo de los flamencos, con sus vistosos plumajes, tijeretas de mar, pelícanos, garzas y otras aves marinas, levantan su vuelo.
Otra maravilla, es observar en los refugios, gigantescas tortugas y el «Caimán Negro de la costa«.
En cuanto a Cerro de Chichiriviche y toda esa franja montañosa se observan venados «Matacán» y el «Caramerudo», un felino como el cunaguaro, monos arañas y el araguato.
Todos estos atractivos naturales, no dejan duda de que la providencia divina, dio a esta prodigiosa tierra todo su encanto y algo más
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